MI VIDA ARTÍSTICA


  Saludos a mis queridos lectores, permítanme presentarme, mi nombre es Amada Bermúdez, nací en Puerto Ordaz, estado Bolívar. Paso por aquí para compartirles un poco de lo que fue y es mi vida.

        Desde que era una niña fui una persona muy alegre y sociable, nunca me caractericé por ser tímida pero tampoco extrovertida, digamos que término medio, por esta misma razón, los de mi alrededor incluyendo mi familia y compañeros de primaria, se dieron cuenta que tenía un talento especial para cantar, pues siempre me gustaba hacerlo y no ocultaba mi gusto por las artes; razón por la cual, siempre estuve involucrada en teatro, danza y especialmente, más adelante me definiría por el canto.


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         Crecí en un pueblito llamado Cerezal, nombre atribuido por la gran cantidad de árboles de cerezas que crecen allá. Cierto día, un profesor de música en mi escuela básica,  se dio cuenta de que yo cantaba, y siempre buscaban alumnos que tuvieran ese talento para concursar en festivales y competencias en representación de la escuela. En resultado de esas competencias obtuve reconocimientos de mi colegio por la participación y en una o dos oportunidades por haber dejado a mi escuela en alto ganando varias competencias.


          Cuando tenia 11 años me vine a vivir en El Pao, junto a mi familia. En esa comunidad me inscribieron en una escuela llamada Cerro Azul , inesperadamente, volví a repetir la experiencia anterior, cuando mi profesor de música descubrió que cantaba y en ese momento, me asignaron para representar a mi escuela en festivales y competencias, en Upata, El Pao y en Puerto Ordaz  teniendo buenas participaciones y otras no tan buenas.

         A medida que fue pasando el tiempo, dejé de cantar en festivales y competencias,  fue cambiando mi perspectiva de vida y comencé a dedicar mis cantos a Dios.  En mi vida personal he madurando muchísimas cosas y ahora para mí el canto, no es sólo un talento al azar, es una razón de ser y un propósito.

        He descubierto que ese talento que Dios me dio fue para glorificarle a Él. Las experiencias anteriores me sirvieron para aprender y entender cuál era mi diseño y poco a poco supe, que Dios me encaminaba hacia un plan mejor y maravilloso, hoy soy nueva criatura con conocimiento. Hoy he dedicado mi talento del canto para adorar y alabar a Dios con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas en el servicio a Dios. Puedo decir que soy muy feliz, en el camino de la verdad y la vida. Hoy tengo un mejor sello y es VIVIR PARA CANTARLE A DIOS.

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